2 de agosto de 2016

Australia



Su nombre significa "tierra del sur". Es el sexto país más grande del mundo, con una superficie de 7.686.850 kilómetros cuadrados y se encuentra en Oceanía. Una gran parte es desértica o semi árida, siendo las zonas más fértiles sureste y suroeste.
Es una Monarquía Constitucional Federal Parlamentaria y su capital es Camberra.
La reina Isabel II es la Jefa del Estado Australiano y recibe el trato de Reina de Australia.


En un principio, el territorio estaba habitado por aborígenes australianos y los primeros descubridores fueron portugueses y españoles, que no se percataron de que era un nuevo continente. Se han encontrado cascos de soldados españoles del siglo XVI.
El primero en desembarcar en las costas orientales fue el navegante británico James Cook, que llegó en 1769 a Nueva Zelanda.
En 1770 la expedición del Endeavour, mandada por James Cook, navegó y cartografió la costa oriental y desembarcó en Botany Bay. Luego,  en el Estrecho de Torres, reclamó formalmente para Inglaterra la costa oriental australiana y la llamó Nueva Gales del Sur.
Existía una superpoblación penal británica, así que en 1787 partieron once barcos hacia Botany Bay con 1.500 personas. De allí se trasladaron a Port Jackson, actual Sídney. La fecha del desembarco, 26 de enero de 1788 es el primer día de la nación australiana y se conmemora cada año.
La población fue creciendo y en enero de 1901 se formó la Confederación de Australia y sigue perteneciendo a la Comunidad Británica de Naciones.


No se puede tratar la historia de este país sin hacer mención a los aborígenes.
Cuando en el siglo XVIII llegaron los ingleses, la población indígena se estimaba entre 300.000 y 750.000 personas repartidas en 250 naciones, concentradas sobre todo en el sur y en el este.
En 1770 el Capitán Cook tomó posesión de las dos terceras partes de Australia, en nombre de Inglaterra, basándose en el principio de "terra nullius" o lo que es lo mismo, tierra sin dueño, algo completamente falso.
Cuando desembarcó la flota de once navíos con presos deportados, estos fueron autorizados a fundar la primera colonia británica, expulsando a los aborígenes de sus tierras. Pero como la cultura de este
pueblo estaba ligada a la tierra, al abandonarla no pudieron mantener las prácticas sociales y
espirituales. La desestructuración de la sociedad aborigen provocó grandes hambrunas.
Al año siguiente de la llegada de los primeros colonos, una epidemia de viruela acabó con la vida del 90% de la población darug, que habitaba la región.
Las enfermedades europeas que los colonos traían, acabaron con la vida de miles de aborígenes y con ellos también descubrieron el alcohol, el tabaco y el opio.
Entre 1788 y 1900, las enfermedades, pérdida de tierras y violencia, redujo la población un 90%.
Los nativos no aceptaron la colonización, lo que dio lugar a guerras y masacres.
Secuestraron a los niños mestizos (las generaciones robadas), en un intento de conseguir una raza británica pura, y los internaron en misiones. Luego se vieron relegados a los lugares más inhóspitos y
trabajaron para los blancos.
Sobrevivieron hasta el siglo XX en reservas y zonas controladas, con desplazamientos limitados por
la ley. Trabajaban a cambio de comida, alojamiento y ropa.
En alguna ocasión tuvieron derecho a voto, que luego les fue arrebatado. En 1962 pudieron votar y en 1967 el gobierno quiso integrarlos en la población australiana, con los mismos derechos que los blancos. Según el Primer Ministro australiano John Howard, el maltrato a los indígenas es el capítulo más sombrío de la historia de Australia.

A las 9:30 del 13 de febrero de 2008, el entonces Primer Ministro de Australia, Kevin Rudd presentó la disculpa a los aborígenes australianos como una moción para ser votada por el Parlamento. El texto traducido al español de la disculpa es el siguiente:

Hoy honramos a los pueblos indígenas de estas tierras, las culturas más antiguas constantes en la historia humana.
 Se reflexiona sobre el maltrato pasado.

Reflexionamos, en particular, sobre los malos tratos que sufrieron las GeneracionesRobadas - En este capítulo manchado de nuestra historia nacional.
El tiempo de pasar a una nueva página ha llegado para la nación, una nueva página en la historia de Australia para corregir los errores del pasado y así avanzar con confianza hacia el futuro.
Pedimos disculpas por las leyes y políticas de los sucesivos parlamentos y gobiernos que han causado profundo dolor el sufrimiento y la pérdida de nuestros compañeros, estos australianos.
Pedimos disculpas especialmente por la eliminación de los aborígenes y los isleños del Estrecho de Torres, niños de sus familias, sus comunidades y su país.
Por el dolor, el sufrimiento y el dolor de estas generaciones robadas, sus descendientes y los de sus familias que quedaron atrás, pedimos perdón.
A las madres y los padres, los hermanos y las hermanas, por la ruptura de las familias y comunidades, pedimos perdón
Y por la indignidad y la degradación así infligida a un pueblo orgulloso y a una cultura orgullosa, pedimos perdón.
Nosotros, el Parlamento de Australia solicitamos respetuosamente que esta disculpa sean recibidas en el espíritu con el que se ofrece como parte de la curación de la nación.
Para que el futuro, no se desanime; resolviendo que esta nueva página en la historia de nuestro gran continente ahora se puede escribir.
Nosotros hoy damos el primer paso al reconocer el pasado y reivindicando un futuro queabraza a todos los australianos.
Un futuro en el que este Parlamento resuelve que las injusticias del pasado no debieron nunca, nunca vuelva a suceder.
Un futuro en el que aprovechamos la determinación de todos los australianos indígenas y no indígenas, para cerrar la brecha que hay entre nosotros de la esperanza de vida, logro educativo y las oportunidades económicas.
Un futuro en el que la posibilidad de adoptar nuevas soluciones a los problemas persistentes en viejos enfoques han fallado.
Un futuro basado en el respeto mutuo, la resolución mutua y la responsabilidad mutua.
Un futuro en el que todos los australianos, cualesquiera que sean sus orígenes, son socios verdaderamente iguales, con igualdad de oportunidades y con el mismo interés en la conformación del próximo capítulo en la historia de este gran país, Australia.
Poco a poco la población aborigen se fue recuperando, pero en el siglo XXI estas comunidades siguen presentando graves deficiencias sanitarias y económicas. Están en desventaja en educación, empleo, sanidad y presenta altas tasas de pobreza y delincuencia.
La impresión que me dio al verlos era, que para el gobierno australiano, significaban una fuente de ingresos por su peculiaridad. Nada más.
Existe mucha información sobre la historia de los aborígenes y la colonización británica, y yo os animo a buscarla y leerla.