4 de enero de 2016

Ya hace un año


Y se ha pasado volando. El treinta de diciembre de 2014 nació el pequeñín de la casa, y le escribí esta carta, que la dejo aquí como recuerdo.
No imaginé que fuera tan guapo, tan revoltoso, tan listo, tan... tan... ta... ¡Jolines, que soy su abuela!


"Hola, Noah:
Soy la abuela Carmen, y antes de seguir voy a secarme las babitas que me caen cuando pienso en ti.
¿Sabes? Yo creía que ya no podría superar la felicidad tan enorme que supuso  el nacimiento de tus primos, que tienes cuatro, y cuando menos lo esperaba, tus papás me dijeron que venías de camino.
Empecé a imaginar tu carita, tu sonrisa, tu llanto... Con qué ilusión hemos vivido estos meses en los que fuiste creciendo dentro de la tripa de tu mamá, intentando muchas veces sentir en nuestras manos tus movimientos, y en cierto modo tener contacto contigo y transmitirte, en ese gesto, el amor que sentimos por ti desde el mismo momento que anunciaste tu llegada.
Y por fin llegó el día. Simulando una tranquilidad que no tenía porque sabía de tu sufrimiento y el de tus papás en esos momentos, el whatsapp se convirtió en el protagonista, y cuando llegó la foto tan esperada, en la que recién nacido descansabas junto a tu mamá, la emoción no me dejaba detener las lágrimas de felicidad y alivio. Ya estabas con nosotros.
Tu nacimiento casi da la vuelta al mundo a través de las redes sociales: desde Canadá a Australia, había  mucha gente esperando tu llegada y mandándote energía y cariño. Ya tendrás tiempo de comprobar que el abuelo Antonio tiene amigos en todas partes, que lo quieren y lo respetan porque es una gran persona
El milagro de la vida me hace sentirme muy pequeña ante ti. Tus ojos, que todavía no son capaces de ver el amor que hay en los míos al mirarte, me parecen los más bonitos del mundo. Y sueño con recibir un beso de esos labios carnosos y perfilados que la Naturaleza te ha dado. Tus primos te dirán lo pesada que soy para estas cosas, aunque en el fondo saben que ese es el camino para conseguir de mí todo lo que desean. Ya verás.
Como abuela soy una perita en dulce. Bueno, tú no sabes aún lo que significa esta frase, pero te darás pronto cuenta de que siempre me tendrás a tu lado para hacerte la vida más feliz, porque tu felicidad será la mía. Seré tu cómplice en muchos momentos, aunque me gane a veces la reprimenda de tus papás, a los que te confieso que no pienso hacer mucho caso, pero esto que quede entre tú y yo, que luego protestan.
Noah, bienvenido a esta familia, a esta casa que te recibirá siempre con los brazos abiertos, y al corazón de tus abuelos, que se ha estirado un poco más para que podáis acomodaros los cinco.
Te queremos.