3 de agosto de 2015

Messina (Taormina)


Lo primero, disculpas por la malísima calidad de la foto, pero es materialmente imposible encontrar la bandera de esta ciudad. El escudo lo he sacado del membrete del Ayuntamiento, que tampoco aparece por ninguna parte en solitario, pero bueno, al menos sirve para hacerse una idea. Es una centaura coronada, que tiene en las manos un cetro y un globo terráqueo. Es el símbolo de Taormina.

La escala la hizo el barco en Messina, pero como no había muchas cosas que ver aquí, y se encontraba relativamente cerca la otra ciudad, decidimos contratar una excursión externa a la naviera y hacer el viaje sin problemas y con un guía que nos fuera explicando lo que íbamos viendo.
Está situada en la costa este de Sicilia, en la provincia de Messina, a 200 metros de altitud sobre el monte Taurus, y se halla en un balcón sobre la bahía de Naxos, frente al volcán Etna. Por su enclave es una de las joyas de Sicilia.
Por ella han pasado griegos, romanos, árabes, normandos, españoles...
Es una ciudad con una estructura militar y a su alrededor se edificó en 1440 una muralla, de la que se conservan dos puertas: la de Catania y la de Messina, principio y fin de la vía principal, Umberto I. Hay otra en medio, que fue destruida y posteriormente restaurada, conocida hoy como Torre del Reloj.
Tiene magníficas playas a las que se accede en teleférico, y un patrimonio histórico importantísimo.
En el siglo XIX se convirtió en un paraíso para escritores, artistas y músicos, que encontraban aquí su inspiración: Truman Capote, Tenesse Williams, Thomas Mann, Cocteau, Dalí, Cary Grant, Orson Welles, Greta Garbo, Rita Haywort... entre otros.
De esa tranquilidad paradisíaca queda ya poco, porque las agencias de viajes la han descubierto para el turismo y sus calles están repletas de gente, cámara en ristre, llevándose para el recuerdo las bellísimas imágenes de esta ciudad. Vamos, igual que nosotros.


Nos vamos acercando y distinguimos muy bien el Estrecho de Messina.


A la entrada del puerto nos recibe una estatua de la Virgen de la Carta, en la que bendice a la ciudad.


Panorámica de Messina.


Dejamos el barco y nos dirigimos al lugar donde nos había citado la agencia de excursiones.


Pues nos vamos a Taormina, de la que nos habían contado maravillas.


Al fondo el Etna, siempre presente en esta ciudad.


Ya estamos arriba. La vista es espectacular.¿Preparados? Vamos a descubrir la ciudad.


Comenzamos la visita en la Plaza de San Antonio Abad.


Iglesia de San Antonio Abad, en la misma plaza. Se encuentra a la entrada de la ciudad por Puerta Catania, y tiene dentro un belén permanente.


Puerta Catania. Tiene un escudo aragonés, con la fecha de su construcción: 1440. También se le llama Puerta del Toque, porque en la plaza adyacente, tenían lugar las reuniones públicas a una hora determinada que era la primera después del mediodía, o sea las 13'00 horas.


Seguimos por el Corso Umberto I hasta la Plaza del Duomo, lugar favorito de los escritores que vivieron aquí. La Catedral de San Nicolás es del siglo XIII y se reformó en el XV y XVI. La fuente es de estilo barroco, de 1635. Se llamaba de las cuatro fuentes por las cuatro columnas que tiene alrededor del cuerpo central, sobre las que hay un caballo marino.


 La fuente está formada por dos vasos y arriba una centaura coronada, con un cetro y un globo terráqueo. Esta centaura es el símbolo de la ciudad.


Detalle de la fuente. Uno de los cuatro caballos marinos.


El edificio de las banderas es el ayuntamiento de Taormina.


Tienda de cerámica. Por todas partes estaban presentes las trinacrias, símbolo de Sicilia.


Un rincón agradable, como muchos de los que hay en esta ciudad.


Las marionetas, algo muy típico de Sicilia.


Un restaurante cálido y acogedor.


Paseando por la calle Umberto I. Muchos palacios e iglesias, que ahora son sedes del Gobierno Municipal, o que alojan tiendas de lujo.


Nos vamos acercando a la Torre del Reloj, también llamada Torre di Mezzo.


Aquí la tenemos. Fue construida en el siglo XII, destruida y vuelta a levantar. Se llamaba la Puerta de Carlos II y era una de las puertas de entrada de la segunda muralla.


Imagen de la Virgen en el interior de la torre.


Plaza IX de Abril. llamada así porque el 9 de abril de 1860, durante una misa en la Catedral, se anunció que Garibaldi había desembarcado en Marsala para comenzar la liberación de Sicilia, en manos de los borbones. La noticia fue falsa, pero se hizo realidad un mes más tarde y los habitantes de Taormina decidieron conmemorar la fecha de abril. En esta plaza se encuentra la Torre del Reloj, cuyas campanas suenan a fiesta el día de la elección del alcalde, y con ocasión de la fiesta de San Pancracio, patrón de la ciudad, el 9 de julio. Se colocó el reloj en 1875.


Se puede ver la Iglesia de San Giuseppe, siglo XVII, de estilo barroco siciliano, sobre una escalinata, y ocupada actualmente por una comunidad de salesianos.
Aquí en esta plaza está también la Iglesia de San Agostino, que ahora es la Biblioteca Municipal, y la Iglesia de Santo Domenico, del siglo XVI, reconvertida hoy en hotel.


Lo más bonito para mí es el mirador que tiene frente a la Iglesia de San Giuseppe, con unas vistas maravillosas sobre la bahía de Naxos.


Desde aquí hay también una vista imperdible sobre el Etna.


Los balcones y las terrazas están puestos con muchísimo gusto.


Restaurante La Baronesa, en el Palacio de la Baronesa Giuseppina del Bianco.


Una calle con encanto.


Es muy difícil elegir fotos porque todo es precioso.


Se puede ver la cantidad de gente que había por la calle principal.


Otra calle adyacente a la Vía Umberto I.


Tiendas en edificios con mucha historia.


Otra sorpresa, en una callecita estrecha, pero con una fachada impresionante.


Balcón de flores.


Tienda de fruta y dulces. Los higos de pala se ven buenísimos.


Seguimos paseando por la misma calle.


Bares por todas partes para atender la demanda de los turistas.


La fachada de la Iglesia Santa María del Piliere. El interior está destruido y se han instalado allí tiendas y cafés. 


Calle con una tienda preciosa, entre otros encantos.


La tienda que me gustaba. Aquí compramos algunas cosas.


Plaza en la que se ve la Iglesia de Santa Caterina, del siglo XVII, edificada sobre el antiguo odeón griego.Al lado, el Museo Siciliano, alojado en el Palacio de Corvaja, de 1410.Aquí se constituyó el primer parlamento siciliano en 1411,  y la asamblea fue presidida por la reina Blanca de Navarra, que en el periodo que gobernaba Sicilia, tenía este palacio como residencia veraniega. La torre árabe es del siglo X. Su nombre se debe al apellido de la familia que lo habitó de 1538 a 1945.


 Porta Messina, era la entrada norte a la ciudad amurallada. Se la llama también Puerta Fernandina, en honor a Fernando IV de Borbón.


Subimos a ver a las ruinas del teatro greco-romano.


Mientras subíamos había puestos donde se vendía prácticamente de todo.


La entrada al teatro.


Parte del escenario.


El entorno es inigualable.


Interior del teatro, con las reconstrucciones correspondientes, porque se sigue utilizando.


Otro aspecto del teatro.


Otras dependencias.


Uno de los vomitorios (palabreja fea, pero se llaman así).


Podemos ver el castillo sarraceno en el Monte Tauro, a 400 metros de altura, construido por los árabes aunque se desconoce la fecha. Desde aquí resistieron como pudieron a los normandos, pero finalmente el asedio al que fueron sometidos dio sus frutos. Solo se conserva el exterior. 
A su lado, la Iglesia de la Madonna de la Roca, del siglo XII y restaurada en 1600, surge sobre un pequeño monte que domina Taormina. Según la leyenda, aquí, en una gruta, se apareció la Virgen a un pastor y los habitantes de la ciudad suben en romería cada tercer domingo de septiembre.


Más ruinas desde lo alto.


 Y nos vamos bajando, cuando como puede verse, mucha gente sube.


Aquí nos hicieron unos regalitos.


Tienda de Valentino y enfrente...


La calle más estrecha de Taormina. Nos dijeron que aquí tenía un piso Kate Moss, pero yo no me lo creo.


Llegamos de nuevo a la Plaza IX de Aprile, donde hay mucho ambiente.Detrás, el mirador.


Unos compañeros de mesa canarios, grandes personas, nos dejaron su foto para el recuerdo en esta plaza. Si alguna vez llegáis a ver este reportaje, un abrazo para los dos.
En este lugar se concentran las cafeterías más caras de toda la ciudad.


Vamos volviendo sobre nuestros pasos.


Y seguimos encontrando rincones dignos de llevarnos en la cámara.


Otro más digno de ser fotografiado.


Portada de la Iglesia de San Agostino, hoy Biblioteca Municipal.


Al final de las escaleras se puede ver la Iglesia del Carmen, que ya no está dedicada al culto. Se utiliza para conciertos y sala de exposiciones.


Las tiendas de souvenirs tienen multitud de objetos hechos con lava del Etna. A la cantidad que vimos, era menester que el volcán no parara de echar lava.


Porta Catania desde dentro.


Cafetería a la salida a la Plaza de San Antonio.


No me he podido resistir a poner esta foto.


Y aquí quedamos con la guía para que nos recogiera de vuelta a Messina. 
Nos ha gustado esta ciudad, que aunque muy turística, nos ha enamorado. Con menos gente tiene que ser una maravilla.


Y la siguiente escala,.. Túnez.