28 de enero de 2015

De Stavanger a Malmö


 

Llegamos a la última escala del crucero de los fiordos, y nos disponemos a descubrir una ciudad de la que no tenemos excesiva información, pero sí muchas ganas de conocerla.
Es el tercer núcleo de población más grande de Suecia después de Estocolmo y Gotemburgo, y en el censo de 2013 contaba con 309.912 habitantes.
El barco atraca en el mismo Malmö, por lo cual es muy fácil la excursión al centro para admirar sus plazas y sus edificios llenos de encanto, aunque la primera impresión es la de una ciudad muy moderna.

No sabíamos si nos daría tiempo de cruzar a Dinamarca por el puente de Oresund, cosa que ya quisimos hacer cuando visitamos Copenhague, pero cuando nos adentramos en los canales nos gustó lo que veíamos y decidimos quedarnos. En la foto se puede ver el puente,  del que un tramo discurre por bajo del agua. Se inauguró en el 2000 y tiene una longitud total de 16 kilómetros, aunque propiamente de puente son ocho kilómetros. Por la parte superior circulan los coches, y por la inferior el tren, que conecta las dos ciudades en 20 minutos, aunque la única pega que tiene el trayecto para los turistas, en este último, es que la vista no es tan bonita por las vigas  a los lados. Las salidas son muy frecuentes.
El puerto se encuentra a la derecha de la foto, aunque no se ve. Lo que sí se ve muy bien es el Turning Torso, un rascacielos de 190 metros, cuyo arquitecto fue el español Santiago Calatrava, y que fue inaugurado en 2005.

Salimos del puerto y nos dirigimos hacia la ciudad, atravesando el Puente de la Universidad.


Nos hicimos unas fotos en el faro, y vimos los barcos antiguos que había atracados en el puerto.


Y nos dirigimos ya por el canal dispuestos a pasar una mañana entretenida. Hay barcos que hacen paseos por los canales, a 10 euros los cincuenta minutos.

 Edificio de Correos.


Pasamos frente a la Estación  Central, la más grande de Suecia, y que utilizan al día 45.000 viajeros. De aquí parten los trenes que cruzan el Oresund.

Nos encontramos un aparcamiento de bicicletas, algo habitual en las ciudades nórdicas.

Escultura nudo de pistola. Las hay en muchas ciudades, pero la de Malmö fue la primera.


Un paseo muy agradable junto al canal.

Otra escultura junto al puente.

Puente de piedra.


Llegamos a la Stortotget, o Plaza Mayor de Malmö, donde entre otros edificios importantes, destaca el Ayuntamiento.


En la misma plaza hay una estatua ecuestre de Carlos Gustavo X, que fue quien independizó Scania de Dinamarca.

Seguimos en la misma plaza, y nos encontramos con la farmacia más antigua de Suecia, fundada en 1662. Se puede ver el león dorado en la fachada.







Residencia del Gobernador.


Salimos de Stortorget y nos vamos hacia Sodergatan, pero antes nos encontramos con esta simpática banda de música: "Optimistorkesten"

Salida de Stortorget hacia Sodergatan. Al fondo se ve la torre de la catedral de Malmö.

Vamos a verla aunque sea por fuera.

San Petri Kirke es la catedral de Malmö, del siglo XII, aunque la torre es del XIX.
Ahora estamos el Lilla Torg, o Plaza Pequeña, junto a Stortorget. Una plaza con muchísimo ambiente y unos edificios preciosos. Este llamó nuestra atención por el color y  las vigas de madera.


Es un conjunto de tiendas y de galerías de arte. Pues entremos.

El interior está decorado con muy buen gusto.

Casas pintadas de amarillo, que le dan un ambiente muy cálido al patio.


Otro aspecto de la plaza.

Las bicicletas son una constante en esta ciudad.


Otro edificio en Lilla Torget.


Seguimos pateando la ciudad, que nos sorprendía constantemente.

Llegamos a la Plaza Gustavo Adolfo y nos encontramos con este grifo. Es una criatura mitológica con la cabeza de águila y el cuerpo de león. Este tiene también orejas de león.

Edificio de la misma plaza.

Aquí mismo hay un parque con varias esculturas en hierro de caballos galopando. También encontramos un pequeño mercado de productos italianos.




Sodergatan.


Seguimos nuestro recorrido por las calles de Malmö.


Arriba y abajo, otras calles de la ciudad.

Y al igual que en las anteriores ciudades, las tapas de las calles eran muy originales. Aquí, con la imagen del grifo.

Esta foto no es mía porque no llegué hasta allí, pero es el Turning Torso. Compuesto por 9 cubos superpuestos, con un giro de 90 grados, sobre un eje.

Y aquí termina la visita a esta ciudad que fue para nosotros una verdadera sorpresa. Tiene el tamaño perfecto para recorrer a pie todo el casco antiguo, con una gran cantidad de parques y carriles bici por doquier.
El crucero, en general, nos ha gustado, aunque la zona de los fiordos fue para nosotros muy repetitiva.