Bienvenidos a El mirlo de papel

Soy Varech y ando por la Red desde hace un tiempo, lo cual me produce a veces quebraderos de cabeza aunque la mayoría de las ocasiones me satisface.

29 de diciembre de 2011

Hatajo de sinvergüenzas

Nunca me creí semejante cosa. Ni el noviazgo ni el supuesto embarazo. Estoy hasta los mismísimos ovarios de toda esta gentuza que vive del cuento, y de los que lo permiten, tomándonos a todos por idiotas. Ayer en la peluquería, vi a la nena en cuestión en la portada, vestida de novia, y lucía varios trajes de una firma, que según ella sería la elegida para ese día tan especial. Gilipolleces (lo siento, pero si son gilipollas no puedo poner otro sinónimo mas que este), del tipo "el hombre de mi vida", "no concibo la vida sin él", "Kiko me enseña cosas nuevas cada día"... Dios, no cabe un tonto más. ¿O son más listos que el resto? Las campanadas de la madre y el hijo las va a ver su abuela, porque me niego a seguirles este juego tan descarado ¡¡¡¡¡¡¡ ¡QUE LES DEN!!!!!!! Ahora, Telecinco les dará a ganar una pasta por la ruptura, luego, otra pasta por la reconciliación... ¡Pena de país! Vaya valores que estamos inculcando a las generaciones que vienen: cuanto más zotes, cuanto más sinvergüenzas, cuanto más granujas, cuanto más putones, cuanto más gritones, y cuanto más insulten a sus semejantes, más fácil lo tendrán para ganar dinero sin ningún esfuerzo. Que estudien y trabajen los tontos, que los listos vivirán de ellos. ¡La madre que los parió!

22 de diciembre de 2011

Árbol de chuches

Pues como me aburre hacer siempre las cosas igual, y mi razón de disfrutar estos días, va felizmente ligada a mis niños, este año el árbol ha sido de chuches.
Esperamos que vinieran Samuel y Lucía de Colombia, y junto a Marina y Daniel, "montamos" semejante festín. Era para verles la cara cuando se pusieron delante del árbol. Parecían poseídos por el chocolate, hasta el punto de que Daniel (abajo), ya ni se molestaba en cogerlos. Iba, los pelaba y sin soltarlos de la rama ya se los comía allí mismo.
Arriba quería poner una piruleta grande, pero como no encontré puse un molinillo.
Ya está bastante mermado el arbolito por abajo, que es a donde llegan ellos sin dificultad. Los mayores ya están probando con el taburete, así que no sé lo que llegará a Nochebuena, pero es una delicia verles la cara de felicidad que ponen todos pringados.
Aprovecho para desearos unas fiestas estupendas, ya que en unos días no podré entrar al blog.
Sed felices, que os traigan muchos regalos y que disfrutéis con los vuestros.

16 de diciembre de 2011

Falso pastel de cabracho

Es una receta de Nancy.
No la hice en la thermomix, porque no la tenía en esos momentos, pero la verdad es que es muchísimo más sencilla.

Ingredientes:
300 grs de merluza desmenuzada
5 palitos kissia (no llevo comisión)
1 lata de atún
5 huevos
200 cc de nata líquida
La misma cantidad de tomate frito que de nata.
1 pastilla de caldo (opcional)

Preparación en thermomix:
Todo al vaso diez minutos, 90ºC, velocidad 5.
Se pincela un molde de mantequilla y pan rallado y se vierte la mezcla. Dejar enfriar.
Yo lo hice de un día para otro, para no tener problemas al desmoldar, y salió perfecto.

Preparación tradicional:
Los ingredientes, los mismos.
El pescado hay que cocerlo y desmigarlo.
Pasarlo todo por una batidora.
Verter en un molde preparado igual que el anterior.
Poner al baño María a 180ºC, aproximadamente 45 minutos.
Cuando lo pinchemos y veamos que sale seca la aguja, ya podemos sacarlo.
No tenía mucho tiempo para decorarlo, pero me lo pasé pipa con los sacapuntas de verduras que había comprado.
Tanto de una forma como de otra, está muy bueno y es un entrante consistente.

Tarta de manzana fácil y rápida

Esta tarta la copié de una señora a la que quiero mucho y que se llama Teresa.

Ingredientes:
Cuatro panecillos de perritos o 5 panecillos de leche (depende de como sea el molde)
1/2 litro de leche
Cuatro huevos
Cuatro cucharadas de azúcar
Dos manzanas reinetas
Mermelada de albaricoque, si no se tiene el producto para dar brillo.

Preparación:
Untar el molde con mantequilla
Partir por la mitad los panecillos y ponerlos como base, bien ajustaditos, con la parte cortada hacia arriba.
Mezclar en un bol el azúcar, los huevos y la leche, batir y echar la mezcla por encima, procurando que se empape todo bien. De momento se ve mucho, pero lo va absorbiendo.
Partir la manzana en rodajas y ponerlas como en la foto.
Se le pone un poco de azúcar por encima.
Se mete a horno medio una media hora. Depende de los hornos, pero en cuanto cuaje, la sacamos. Si véis que las manzanas se os toman mucho de color, podéis taparla con un papel de alumínio.
Y ya está. ¿A que es muy fácil? Y está bueníiiiiiiisima.
A mí me gusta más con el pan de leche.
Luego la pincelamos con mermelada rebajada, y le ponemos la guinda final. Y ya, queda lo mejor, que es esperar las felicitaciones.

Langostinos erizados

Esta receta me la dio el guía que nos enseñó Bilbao, y nos dijo que la hacían mucho en la sociedad gastronómica a la que pertenecía.

Ingredientes:
Langostinos hermosos (crudos)
Huevo batido
Fideos finos
Aceite.

Pelamos los langostínos  dejándoles únicamente la cola, para poder agarrarlos.
Ponemos a calentar el aceite, procurando que no esté muy fuerte.
Pasamos los langostinos (si les hace falta sal, hay que habérsela echado ya) por el huevo y los fideos, como un rebozado normal.
Echamos en la sartén, le damos una vuelta, y los sacamos sobre papel absorbente.
Una forma de comerlos riquísima y original.

14 de diciembre de 2011

Una tarde de leones

Y no me he ido al Zoo, aunque pudiera parecerlo.
Esta tarde hemos estado por el centro de Madrid para disfrutar del ambiente navideño, y aquí estoy heladita de frío, pero contenta. Un tiempo muy desapacible, pero la Puerta del Sol en estas fechas es suficiente justificación para dar un paseo.
Luego nos hemos ido a la Plaza Mayor, al mercadillo de Navidad, porque andaba yo detrás de un pastor haciendo pis, o sea, un meón, y lo he encontrado. No había demasiadas personas, quizás porque era martes, temprano y hacía mucho frío, pero otros años lo he visto abarrotado de gente. La disposición de las casetas no me gusta, porque se queda la plaza más fría, con todo el centro libre. Antes, con los puestos más a mogollón, tenía otra gracia. Pero quien manda manda.
Me he alegrado muchísimo de ver figuritas de plástico, que las creía ya de la época de los dinosaurios, pero allí estaban. Caras, carísimas, pero las había. En general todo me ha parecido muy caro. Aquí les toca decir a mis hijas aquello de: "Mamá, ¿en qué año crees que vives?"
Mucho Papá Noël, mucho musgo (lo que sufrí yo por la carretera para traer un poco a mi Belén), figuras preciosísimas, mucha miniatura de verduras, frutas y hortalizas varias, cagones a cientos (yo creo que es la figura que más éxito tiene), y toda la parafernalia belenera que pueda uno imaginar. ¡Ah! Y los ríos ya hechos, con sus piedrecitas y todo, tan monos. Ya he cogido la idea, y seguramente el año que viene lo pondré así.
También buscaba un Niño Jesús pequeño, porque no sé qué me da de ver a la Virgen al lado de un recién nacido que casi le llega al hombro, pero he preguntado el precio de uno de resina que tendría unos dos centímetros, repito: dos centímetros, y me han pedido cuatro euros, ni más ni menos.
Naturalmente no lo he comprado.
Hemos ido también por la calle Preciados, que bullía de gente entrando y saliendo de mis almacenes favoritos, y en Gran Vía nos hemos metido a merendar a una cafetería.
Y ahora viene lo mejor: sobre las ocho... ¡TACHÁN! O mejor dicho PUM BA PUM BA PUM BA...  al teatro Lope de Vega, que tenía compradas desde hace mes y medio las entradas del Rey León. No se puede explicar. ¡Hay que verlo! Casi tres horas embobados mirando el escenario, y la vista no daba para tanto como había que ver. Nos ha gustado mucho.
Y ya para casita.
Una estupendísima tarde de leones.

12 de diciembre de 2011

Confitura de tomate

Yo creo que es la confitura más rica que se puede hacer. Es la receta de toda la vida, la que hacía mi madre, que por otra parte es la de la mayoría de la mermeladas, pero esta tiene un pequeño secreto, que os voy a descubrir para que os salga tan rica como a mí.
Ingredientes:
Tomates de pera
Azúcar
Canela en rama y corteza de limón
Preparación:
Escaldamos los tomates, haciéndoles una pequeña cruz en el culete y echándolos en un cazo con agua hirviendo. Enseguida veremos que se empieza a desprender la piel por el corte que hemos hecho. Los sacamos, los pelamos, los partimos en cuartos y les quitamos las semillas. Que se queden bien limpitos.
Los ponemos a escurrir un poco y los pesamos. Antes se ponía siempre la misma cantidad de azúcar que de tomate, pero a mí me gusta menos dulce, y además, porque ya veremos, que luego va a llevar algo más. Por ejemplo, si tenemos medio kilo limpio, pues pondremos cuatrocientos gramos de azúcar.
En la olla exprés echamos los tomates, el azúcar, la canela en trozos y la corteza de limón. Encendemos el fuego y sin tapar, removemos hasta que el azúcar forme caldo. Tapamos y lo tenemos media hora a fuego suave.
Si cuando abramos la olla le vemos mucho caldito, pues lo ponemos a reducir, pero hay que tener en cuenta que al enfriar espesa bastante.
Y aquí viene el secreto.
Aparte, en un cazo, ponemos dos cucharadas de azúcar y las hacemos caramelo.
Cuando lo tengamos ya hecho, con cuidado echamos parte de la mermelada. Ojo, que hace mucho chup chup, y así vamos poco a poco enfriándolo y mezclando . Verter ya todo en la olla y mezclar. Dar un nuevo hervor con todo y dejar enfriar.
El sabor de la mermelada con el caramelo es exquisito. Yo recuerdo que mi madre lo ponía en todas las mermeladas que hacía.
Y bueno, pues una vez fría, la podemos emplear tanto para salado como para dulce, combinada con queso de cabra, con foie, etc.

11 de diciembre de 2011

A Belén pastores


Como cada año desde que tengo nietos, monto un pequeño Belén con el único fin de que ellos se diviertan poniendo y quitando figuras, metiendo en el río al Niño o a la mula, poniendo los patos por el monte... lo que quieran. Compré figuritas de plástico, que ya no las hacen, precisamente para no estar pendientes de si las rompen o no. Las de resina que hay ahora, si se les da un golpe se rompen. Ya sé que las figuras no están hechas para golpearlas, pero con cuatro niños puede pasar de todo.
Por la noche vuelvo a poner los personajes en su sitio, más o menos, porque cuando se marchan los dejan a todos acostados.
Me falta colgar las panderetas, cuatro, para que canten los villancicos. Como dos vienen de Colombia, ya me he aprendido "El burrito sabanero" para cantarlo con ellos.
Me río yo sola de ver algunas escenas, porque hay cosas que chocan bastante, por ejemplo esta lavandera, a la que Samuel le quitó de un mordisco la mano, que aunque esté lavando, no le quita ojo al pato tan grande que tiene al lado.
Y es que a este pastor la cría de patos se le da genial. Si son como cerdos.
El portal. La Virgen está la pobre sin ganas de verse después de dar a luz a semejante niño. Y encima todavía no se había inventado la cesárea. La mula y el buey echándole al chaval todo el aliento. ¡Qué poca asepsia! Ahora estarían con mascarilla.
Y en la puerta, tienen a este señor, que no se sabe si lo han contratado los padres par invitar a jamón a los que vayan a ver al Niño, o es un oportunista y vende morcillas para asar por los fuegos varios que hay repartidos en la zona.
Ahora que lo veo, qué mal sitio ha escogido el cagón.
El señor zapatero no sé yo que tenga mucho negocio, porque según veo, todas mis figuras van descalzas, pero por si acaso, se ha venido a la fiesta a ver si saca algo. Igualito que los mercados medievales actuales.
Bueno, pues otra escena de mi Belén. Tengo una duda: si no comían cerdo, cómo hay tantos en los belenes?
En fin, que ya he cumplido con la tradición. Veremos lo que dura, porque Daniel ya se dedicó anoche a rascar las bolitas del papel y me ha pelado varias partes del suelo.
Y como siempre, las discusiones con mi Antonio a la hora de montarlo: yo, que quiero musgo, y él que la zona era un desierto; yo poniendo nieve, ríos y árboles, y él diciendo que ahí no ha nevado nunca. Un clásico de las Navidades.

6 de diciembre de 2011

Colgante de estrellas con cd's reciclados



Seguramente mañana montaremos con los niños el Belén, y hoy nos hemos dedicado Marina y yo a Colocar el colgante de estrellas que tenía preparado.
Están hechas con cd's reciclados y quedan preciosas al natural. Mucho más bonitas que en las fotos.
A los cd's les quité con un nanas la parte que llevan de color y los dejé transparentes. Luego recorté estrellas y guardé también los trocitos que sobraban. La tijera tiene que ser de esas de manualidades, grande y con las aberturas también grandes para no hacernos daño en los dedos.
Las pinté con pintura de la que tenía por casa, que era de pintar seda, pero la ideal es la de vitrales. Como yo no estoy este año por gastarme un duro, utilicé la que tenía y quedó bastante bien. Las dejé secar. Luego, encendí el horno a máxima temperatura y las metí sobre papel albal. Aquí, un consejo: no se pueden pintar sobre el mismo papel en que las vayamos a meter al horno, porque se puede pegar y es muy difícil quitarlo después. Lo mejor, ponerlas sobre una superficie que luego se pueda fregar sin problemas. Bueno, pues cuando el horno alcance la máxima temperatura, las metemos aproximadamente cinco minutos. Se tienen que formar como unas ampollas, que es lo que las hace bonitas. Dejar secar en la misma bandeja, sacarlas y guardar.
Una vez que están frías, con una aguja calentada en una llama, les hacemos los agujeritos para poder pasarles el hilo invisible.
Yo les he puesto luego un poco de pegamento y purpurina blanca, pero habrían estado igual de bonitas con la pintura sola.
La estrella grande tiene la cola hecha con los trozos sobrantes. Si metemos al horno dos trozos juntos, se pegan al enfriarse. Formar con paciencia la estrella con su rabito, y saldrá bien sin problemas.
Están sujetas con hilo invisible a unos cd's hechos de la misma forma, pero partidos a la mitad (la parte del agujero la tiré), y los fui poniendo de forma alargada para colgar el móvil.
Lo he sujetado al techo con unas chinchetas blancas.
Bueno, pues con todo ésto ya hecho, he aprovechado que esta tarde venía mi hija y lo hemos montado. Era la primera vez que lo hacía y he cometido errores, que a continuación explico para que si alguno se decide a hacerlo, no los tenga.
Al soporte le hice agujeros con el fin de pasar la hebra por abajo, sacarla por arriba, y volver a meterla unos centímetros más allá, pero cuando ponía una estrella, el peso hacía que la otra parte se saliera y era un incordio. Lo mejor es cortar una a una las hebras, hacerles un nudito, pasarlas por el agujero del soporte hacia abajo, y con toda tranquilidad ir colocando las estrellas y los pedacitos. Al colocar cada pieza, es conveniente hacer un nudo para que no se deslice.
Y nada más. Lo he colgado par que caiga encima del Belén.
Espero que os guste.

La crisis de los cuarenta


Son las tres de la mañana y sigo aquí, escribiendo, pensando en lo que ha sido mi vida. En las espectativas que tenía y la realidad que ahora tengo.
Deberia de preocuparme mucho que no me preocupe nada. ¿Estaré viviendo mi propia crisis?
Los que pasaron antes por la etapa en la que ahora yo ando me avisaron de que algo así me podría suceder.
¡¡¡¡Los cuarenta!!!!! Y de ahí en adelante van los años como rayos.
No me hago a la idea de ser tan mayor. Pero si cuando oía a mis amigas nombrar esa edad parecía que estaba muy lejana, como si a mí no me fuera a llegar nunca. Y vaya si está llegando.
Mis hijas ya están rondando ¡¡¡¡Los cuarenta!!!!!
Bueno, pues yo me siento por dentro tan joven como en la foto, o más.
Algunos dicen que se pasa una segunda crisis cuando los hijos cumplen esa edad, pero yo me siento feliz de verlas tan rebonitas, tan simpáticas, tan sanas, tan cariñosas, tan, tan, tan... pues eso, que son lo mejor de mi vida.
Que veinte años no es nada, ni treinta, ni cuarenta, porque el espíritu y el corazón no entienden de calendarios.

Paseo por el río Sena


El paseo por el Sena fue una de las mejores experiencias en París. He intentado explicar muy detalladamente los puentes y los edificios, y creo que ha merecido la pena el trabajo.

2 de diciembre de 2011

Blinis

Son unas tortitas de origen ruso, a las que se les pone encima lo que se quiera y nos guste.

Ingredientes para la masa:
1 huevo
1 yogur
35 grs. de mantequilla
La misma medida del yogur, de harina
3 cucharaditas de levadura química
Una pizca de sal


Preparación:
Se pone en un cuenco el yogur, el huevo y la sal, y se mezcla. Se agrega la harina tamizada junto con la levadura y se mezcla bien con las varillas. Se deja reposar en el frigo unos veinte minutos.
En una sartén antiadherente pincelada con aceite o mantequilla, echamos con un cazo de servir pequeñas porciones y les damos la vuelta en más o menos un minuto. Tenemos que ver que empiezan a formarse burbujitas.
Se les puede poner encima lo que más nos guste. Las de la foto están untadas de crème fraîche co y huevas de salmón.
En una ocasión anterior les puse la crema, y salmón encima, que me salía algo más barato. De las dos formas están muy ricos.
Muy importante: tienen que estar recientes porque si no, se endurece la masa.

29 de noviembre de 2011

La Ópera Garnier y más


He puesto la entrada del segundo día de nuestra estancia en París.
Espero que os guste.
Aclaro que la fecha no tiene nada que ver. Es que si no la pongo pasada, se me come todas las entradas de la página principal del blog. El viaje lo hemos hecho en el mes de mayo de este año.
http://elmirlodepapel.blogspot.com/2011/11/segundo-dia-en-paris.html

27 de noviembre de 2011

Ángel y arbolito hecho con revistas




Gracias a mi amiga Ángeles Pina ( un beso), conocí esta manualidad tan fácil y tan entretenida. Se coge una revista, se le quitan las tapas porque son más duras, y se van plegando las hojas como pongo en las fotos.
En el ángel, plegué hasta el final la hoja, por lo que no queda abierta como en el arbolito, que está más bonita y sobre todo es más útil cuando la revista no tiene muchas hojas. También se pueden unir dos si vemos que es demasiado poco.
El árbol está hecho con un Hola y el ángel con una revista de información del Ayuntamiento de Torrevieja. En cualquier caso, las dos con muchas hojas.
Y luego ya, la imaginación de cada uno. Yo he puesto tiras de bolitas porque no tenía adornos tan pequeños y porque me he propuesto reciclar este año las cosas navideñas que tengo.
El ángel lleva las alas partidas por el centro, e introducidas entre las hojas.

Cogemos la hoja y llevamos la punta superior derecha sobre el borde central. Luego, la punta inferior derecha, la doblamos formando pico, hacia la doblez anterior. Vamos pasando así las hojas hechas hasta terminarlas todas.

Luego, el pico lo llevamos a su vez al borde central y aquí, importante, plegamos bien SOLO la parte de arriba, unos cinco o seis centímetros. El resto sin doblar. Se van pasando así todas las hojas hasta acabarlas, y ya está.
Y ahora solo queda disfrutar poniéndoles los adornos.

14 de noviembre de 2011

Respeto a los niños

Lo que voy a escribir a continuación puede parecer una nimiedad, pero yo creo que es muy importante.
Nos afanamos en enseñarles a nuestros críos, que con el semáforo en rojo no se puede pasar, y pacientemente esperamos, cuando les acompañamos, a que salga el hombrecito verde. Qué civilizados somos cuando los niños son los nuestros.
Sin embargo, nos importa un pito cuando no vamos con ellos, cruzar malamente aunque haya otros niños esperando y seamos un pésimo ejemplo a seguir.
Se produjo hace unos días una situación comprometida para una señora, fruto de esa mala costumbre: esperaba mi nieta correctamente, cuando la mujer se puso a cruzar, y la niña la llamó y le dijo que lo estaba haciendo fatal, hasta el punto de que la señora echó hacia atrás y le dijo a la niña que no se había dado cuenta. Mi nieta tiene tres años.
¿Es que sólo nos importan las reglas cuando atañe a los nuestros? Tenemos que ser conscientes de que la mejor forma de meterles en la cabeza que no deben de cruzar en rojo, es predicando con el ejemplo, y que podemos tirar por tierra la labor de los padres y educadores, infrigiendo nosotros las normas.
Por eso yo ruego a todos, que cuando estéis en un paso de peatones y haya niños, por el bien de todos, de los ajenos y de los propios, os aguantéis las ganas de cruzar en rojo y lo hagáis de forma correcta para que ellos vean que eso es lo adecuado.
El ejemplo es la mejor enseñanza.

13 de noviembre de 2011

Viaje y Torre Eiffel

Bueno, pues con mucha ilusión cogimos el vuelo que nos llevaría a París, y aterrizamos en Orly. Muy diferente al mi viaje anterior, en el que tardé ¡24 horas! en llegar hasta aquí.
Llamamos a la empresa del taxi que habíamos contratado, y nos dirigimos hacia el apartamento, previa notificación de nuestra llegada al propietario del mismo.
Pulsamos la clave del portal y debajo del felpudo se encontraba la llave. Era tal cual venía en la información de internet, y nos alegró empezar con buen pie. Deshicimos las maletas y bajamos para ver la zona que iba a ser la nuestra durante unos días.



La Rue Saint Honoré se encuentra en el primer distrito de París, paralela a la Rue Rívoli, y nosotros estábamos a la altura del Palacio del Louvre.

La Plaza André Malraux estaba a pocos metros de nuestra casa, y de aquí parte la calle diagonal que lleva a la Ópera Garnier.
Una brasserie, locales muy típicos de la capital francesa.
Frente a la brasserie, el Hotel du Louvre.

En la otra esquina, la Comedia Francesa. Teatro con compañía propia, al que se le llamó "la casa de Moliére.

Cruzamos hacia la Plaza del Louvre, y entre el palacio y las Tullerias contemplamos el Arco del Triunfo del Carrusel, construído por Napoleón Bonaparte para conmemorar sus victorias militares. Los caballos son copias de los originales, que formaban parte de un botín.

Desde aquí se puede apreciar la alineación de este arco, con el Obelisco de la Plaza de la Concordia, y con el Arco del Triunfo de la antigua Plaza de la Estrella, hoy de Charles Degaulle.

Desde este punto, al darnos la vuelta podemos ver el Palacio del Louvre con sus famosas pirámides.

El palacio fue residencia de los reyes hasta que se construyó Versalles.

Después de cambiar impresiones con el dueño del apartamento, nos decidimos a hacer nuestra primera visita a la Torre Eiffel, donde teníamos ya las entradas reservadas hasta el tercer piso, cosa que me desazonaba bastante por la altura, pero allá nos fuimos. Delante de casa, en Rívoli, cogimos el 72 y nos bajamos en el puente del Alma. A la izquierda, uno de los laterales del Palacio del Louvre, donde se encuentra una de las entradas al museo, llamada "del carrusel" (toldo rojo), que lleva a la famosa pirámede invertida del Código da Vinci. A la derecha, los soportales típicos de esta calle. Y llegamos en el autobús hasta el Puente del Alma, en cuyo túnel sufrió Diana de Gales el accidente que le costó la vida.

La llama que hay en la plaza es la de la Libertad, réplica exacta en tamaño real de la de la Estatua de la Libertad. El monumento fue ofrecido por el periódico International Herald Tribune en 1987 y conmemora la amistad franco americana, agradeciendo a Francia la restauración de la estatua americana.

Ahora se ha convertido en un lugar de homenaje a Diana de Gales.
Desde este puente, ya se contempla una magnífica vista de la Torre Eiffel.

Una embarcación turística paseando por el Sena, con la Pasarela Debilly al fondo y la torre.

Cruzando el Puente de Lena, nos encontramos ya en la Torre Eiffel.
Mi Antonio se volvió loco sacando fotos, porque cada ángulo le gustaba más que el anterior, y todo era digno de ser fotografiado.

Teníamos la reserva de la subida a las nueve, para que nos pillara aquí la puesta de sol.


Aquí ya empieza el crepúsculo y se empieza a notar en color que el sol da a esta hora en los hierros de la torre. Realmente se siente uno muy pequeño aquí abajo.
Y subimos al primer piso, al segund...y ¡Al tercero! Dios mío, qué altura. Tiene 300 metros, pero merecía la pena la vista de París desde aquí. Por el centro, al fondo, se divisa el Sacre Coeur, a la derecha, el Puente de Alejandro III. Hacia el centro, el Puente del Alma, y el primero que se ve es la Pasarela Debilly, a cuya derecha aparece el Museo Quai Branly, que otro día fuimos también a ver, y que contiene unas colecciones etnográficas maravillosas.
Desde el segundo piso, panorámica hacia arriba.

El Puente de Lena, frente a Trocadero, con los edificios de La Défense al fondo.
Campo de Marte, la Torre Montparnasse y a la izquierda Los Inválidos.
Otra vista, con Los Inválidos.

Ya anochecía, y desde arriba se empezaba a ver París iluminado.
Trocadero, también iluminado.
Se encendieron las luces de la torre, que aparecía recortada en el cielo.

Una foto desde el puente. Cada hora, miles de bombillas centellean a la vez durante diez minutos. Y después de hacer montones de fotos, nos volvimos de nuevo en el autobús hasta el Louvre, donde Antonio hizo la última instantánea del día. Cenamos y a descansar, que nos esperaba un día muy denso.




Unas curiosidades sobre la Torre Eiffel:


Fue construída por Eiffel para la Exposición Universal de 1900.


Por la dilatación puede medir unos 18 centímetros más en verano que en invierno.


Cada 5 años se le aplican 50 toneladas de pintura para evitar la corrosión del material.


Estuvo pintada de amarillo y actualmente su color es marrón grisáceo, más oscuro cuanto más es la altura, pero no se nota por el contraste del fondo. Se puede votar en el primer piso el color para la siguiente "mano" de pintura.


Tiene 2'5 millones de remaches, la mitad de ellos, de seguridad, que ensamblan 18.000 piezas.


Los cimientos tienen 30 metros de profundidad.


Está iluminada con 352 proyectores, y 20.000 bombillas.


Es el monumento más visitado del mundo. En el 2002 habían pasado por ella 200 millones de personas.


Se inauguró el 31 de marzo de 1889 y se abrió al público el 6 de mayo del mismo año.